Autobus y “Máquina destrucción”, a diez años de la joya [RESEÑA]

Nunca había escuchado tanta energía, peculiaridad y locura en un solo disco. Máquina Destrucción, segundo álbum de la banda que acaba de mandarse con tres sencillos durante la pandemia, es otra joya del indie obligada a recorrer de principio a fin, pues es determinante para una previa etapa de transición en el sonido de Autobús. El álbum tiene diez años y diez temas imperdibles que repasaremos en la siguiente nota.

Le Piccini sonriente con el nacimiento de Máquina Destrucción.

De los tres calificativos en el párrafo anterior, me centro en la locura. Como mencionaban expertos años atrás, el disco se compone de una serie de situaciones dementes por una mujer. También el intento por sacar un disco menos rockero que el primero, pero con un sonido guía que fielmente mantiene en casi quince años de carrera.

“Eterno” es la pieza inaugural. Una previa intensa a lo que encontraremos en los siguientes tres piezas: experimentación de cuerdas y teclados con una batería que tienta al baile. “En mi mundo”, “Corazón de Neón” y “El Abismo” se encargan que el viaje sea super placentero, sin dejar de lado la voz de uno de los showman más vivos que he visto, Luis Enrique Piccini. Las cuatro primeras tienen un ritmo alto, dinámico y constante, destacando la tercera. Quizás la mejor del álbum desde mi punto de vista.

Edición física del disco y merchandising. Si alguien tiene uno me avisa.

“Ave Cuervo” (compuesta y cantada por Jorge Velásquez) junto a “Animal” son las más sutiles del disco. Hay una combinación de calma, oscuridad y reflexión, donde predomina lo eléctrico sobre la melodía de la guitarra. Atrapante. Como si nos dijeran “tómate un descanso y prepárate porque esto aún no termina”.

Y razón tienen porque sigue mi favorita; “Estoy arruinado”. Mi alarma durante todo el 2012. No me cansaba de escucharla, pues aquí está el climax. El esbozo de sonrisa perfecto aún estés hecho mierda. La mejor forma de ver las cosas, aún estando aturdido y abrumado. Ni que decir el riff y el ritmo de la batería. Elementos hipnóticos como el show del grupo en vivo. Se extraña.

Más adelante está “Chica lunar”. Fácil la menos relevante para mi gusto, pero destacable en las letras de Luis Piccini y la base rítmica simple y efectiva para ser agradable y profunda, conectando con la que lleva el nombre del disco. “Máquina destrucción” fácil describiría la esencia de todo el LP. La canción más progresiva en su historia, quizás. Super disfrutable en vivo. No olvido el show de Autobús en una edición de Acustirock. Impresionante y del recuerdo.

Cerramos la travesía con una contradicción, pues “Electricidad” es la menos eléctrica de la caja. El respiro necesario dentro del concepto del material, ya que hay protagonismo de sonidos acústicos y modernos, los cuales también encontraremos en piezas posteriores.

Otros elementos resaltantes de Maquina destrucción es la portada. Que pedazo de arte el dibujo realizado por Luciano Leone, baterista de ese entonces. Complementa con varias canciones expresadas con un color vigente desde sus inicios: el rojo. También mencionar a Pelo Madueño. El maestro participa en el segundo tema. Pilar del sonido enérgico del álbum.

Hay que considerar que este buen disco les abrió puertas y se fueron de gira a USA, México, y Ecuador presentándolo y que fue la primera banda peruana en grabar una sesión completa en Concert Chanel en los Ángeles. Además, de tocar con las primeras bandas indie que llegaron a Perú a inicios de la década pasada, como The killers, Capital Cities, Franz Ferdinard, Jane’s Addiction, Colective Soul, entre otros. Un CV de peso considerable.

Cerrando la reseña, «la joya oculta del Perú» obsequió un material digno de colección pues hasta hoy se mantiene redefiniendo las vibraciones modernas del rock nacional, el cual evidenciamos constante hasta “Sobre viviendo”. No tengo el LP físico, pero si el material digital gracias a una entrevista lejana con el mismo Luis a principios de la década pasada, tras una broma sobre el nombre de la banda. “Somos el autobús del rock”, dijo Piccini entre risas y ansioso por el concierto mencionado líneas atrás. Escuchen el disco. No se arrepentirán.

 

A propósito ¿Ya escucharon su más reciente sencillo «Sobre-viviendo»?

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