Hace poco, el freestyler y músico peruano Juan Carlos Iwasaki La Puente (A.K.A. Jaze) lanzó su segundo disco esta vez bajo el alias de Toy Lokazo, un proyecto de alter-ego en donde el mencionado artista se convierte en un robot para continuar en el rap mientras desarrolla a la par su carrera en la música más tradicional. El disco consta de 8 canciones en donde Jaze se pasea cómodamente en géneros como el pop urbano, el trap, el reggaetón y el rap experimental.
Jaze es un buen freestyler, eso nadie lo duda, un artista muy versátil que gusta de explorar todas las posibilidades que le ofrece la música, pero aquí en su disco se queda muy corto, y eso lo demuestra con la falta de contundencia en el 80% de los temas. Escuchas canción tras canción y queda esa sensación de que esperas algo más, algo que al final nunca llega y te deja una clara sensación de vacío. La mayoría de tracks no terminan de cuajar y eso es algo que echa por la borda el trabajo en conjunto. A lo largo escuchamos un álbum musical que en serio parece hecho por un robot, por una inteligencia artificial carente de sentimientos, y todo esto continua hasta casi el final que es donde suena “Jomalón”, un tema que sin la colaboración de Susana Baca corría el riesgo de quedar relegada, ya que ella es quien se encarga de imprimirle el aura de melancolía gracias a su hermoso canto.
Pero, como no todo es malo, el disco también tiene una joya, y esta sin duda es la última canción titulada, “Sektor inesperado de Marfield”, donde Jaze hace gala de toda su creatividad y experimenta rapeando sobre una suerte de jazz -rock muy en la onda setentera. Esta parte instrumental enriquece el tema de manera impresionante con sus baterías sincopadas, secuencias, pasajes ambientales de sintetizadores, solos de flauta traversa, guitarra eléctrica y saxofón. Este tema es una obra de arte. Aquí el trabajo está logrado de manera excepcional, tanto que queda como testimonio de que sí se pudieron hacer mejor las cosas. Para tomar a consideración dentro de las mejores canciones peruanas hechas en este 2023.
Hay mucha diferencia entre un freestyler y un rapero y eso lo puede explicar perfectamente cualquier persona que lleve años y forme parte del mundo del Hip-Hop y, como decía al inicio, Jaze podrá ser un buen freestyler, pero aún le falta bastante para ser un buen rapero. Y a pesar de contar con una buena producción en el sonido, esto deja en claro que no siempre esto asegura un buen resultado final. Yo diría que es un disco en donde se pudo ofrecer más. De todas maneras, hablamos de un artista en crecimiento que estoy seguro tiene mucho por demostrarnos aún.
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