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Autoras musicales, entre libres y libras

Sabemos que cuando se refieren al Rock, al Hip Hop y a otros géneros musicales contemporáneos, hechos por iberoamericanos en el mundo, se suele mencionar a España, México, Argentina y Brasil, como los países donde todo pasa y no es así. Chile lleva décadas agitándose y ya existen más de un centenar de libros y libras (ya me entenderás a que aludo con ello) registrando y dejando testimonio para el futuro de tal agite; este es un pequeño recuento de las ediciones musicales a cargo de autoras mujeres, bravas ellas.

Me siento, incluso, absurdo, al escribir que desde siempre la mujer ha hecho música, en China o en Chile; para ilusos que no creen ello, podría citar a una monja arpista activa en la ciudad de Santiago de Chile (Chile), a fines del siglo XVIII, como refiere Alejandro Vera-Aguilera, Doctor en Historia y Ciencias de la Música, en su obra: “El dulce reato de la música: La vida musical en Santiago de Chile durante el período colonial” (Ediciones UC, 2020), incluso la idea de la música como un «dulce reato» proviene de la monja aludida, detalle importante en un libro que propone una revisión de la vida musical y su contexto cultural en la capital de Chile, desde su fundación en 1541 hasta las postrimerías del período colonial. Claro, tuvieron que pasar siglos para saber, a través de ese texto, de la existencia de una monja amante, que tenía de amante a la música.

Tomando como base mis registros en lo concerniente a la bibliografía musical contemporánea, comprendiendo como tal no a músicas folclóricas, sino al rock, a la canción (de autor), etc., … para ser más preciso a músicas originadas en la órbita anglo, hechas por chilenos y chilenas, me permitiré compartir un breve recuento, sobre el particular, desde mi país Perú, en cuanto al aporte femenino.

 

Siglo XX, los libros

 

A diferencia del Siglo anterior, en el presente los títulos han aumentado exponencialmente. Gracias a Internet, a fines del Siglo XX, y a raíz de una reedición, recién nos enteré de la existencia del libro “El grito del amor: una historia temática del rock” de Fabio Salas Zúñiga, escritor chileno, licenciado en Literatura de la Universidad de Chile, profesor de rock en universidades, que se ha dedicado especialmente al estudio de la historia de este género musical, siendo, un precursor en ello (al menos, en el contexto sudamericano); libro originalmente dado a conocer en 1987 por Ediciones Documentas. Fue considerado en el país vecino como la primera historia del rock de factura nacional y primera sistematización del desarrollo de este fenómeno musical en Chile.

 

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Inmerso ya en mis investigaciones de músicas contemporáneas hechas por iberoamericanos en el mundo, cambié de siglo, conociendo solo dos obras musicales de autoras de la escena chilena, la primera: “Gracias a la vida. Violeta Parra, testimonio”, realizada a dúo por Patricia Stambuk, periodista, escritora y académica, y Patricia Bravo Berli, periodista, que durante la dictadura de Pinochet buscó refugio, temporal, en la Argentina, país en que se lanzó el libro en 1976, a cargo de la Editorial Galerna, en 1982 conocería su primera edición chilena vía Editorial Granizo-Ceneca y una siguiente, ya con el título de “Violeta Parra, Primera biografía”, por Pehuén, en el 2021. Ha sido un libro tomado como base para posteriores trabajos sobre una de las mujeres músicas más importantes y queridas en el mundo. Y la segunda: “Víctor, un canto inconcluso” de Joan Jara, viuda del cantautor Víctor Jara, asesinado por la dictadura, Joan, fallecida hace unos meses, fue bailarina y activista política, nació en Inglaterra (como Joan Turner) y se naturalizó chilena; ha sido reconocida por la Academia Chilena de Bellas Artes por el aporte de su trayectoria en el desarrollo de la danza. El libro, desde su primera publicación en 1983, en Inglaterra, ha sido traducido e impreso en diversos países como: Alemania, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Rusia, Italia, Brasil, Holanda, Japón, Ucrania, USA y Bélgica. En Chile, Lom Ediciones lo reeditó en 2007 y después en el 2020.

 

Siglo XXI, las libras

El siglo inicia de una manera inédita, dos autores extranjeros escriben un libro sobre artistas chilenos, más precisamente una autora y un autor de Argentina, Vera Land (alias de Andrea Álvarez Mujica) y Enrique Symns, de la revista de culto “Cerdos & Peces”, dedicaron un libro a Los Tres, titulado: “La última canción” (Editorial Aguilar, 2002), con lo que se demostró que una banda chilena podría tener el aprecio de la crítica extranjera más alucinada, y es que Los Tres proponen una particular fusión de lenguajes sonoros.

Después, en otros años de la primera década del Siglo XXI, llegaron tres libros dedicados a periodos musicales concretos, me refiero a las obras de Macarena García y Óscar Contardo: “La era ochentera” (Ediciones B, 2005), las entrevistas y sus consultas de archivo de la colega y el colega de prensa nos hacen evocar el mundillo del primer under santiaguino; de la musicóloga, periodista, gestora cultural y cantautora Patricia Díaz-Inostroza, “Canto Nuevo Chileno. Un legado musical” (Editorial Universidad Bolivariana, 2007), libro que rescata el movimiento de la canción de autor conocido como Canto Nuevo que se desarrolló en Chile en tiempos de la dictadura militar y casi desapareció con ello; y al libro de Andrea Ocampo, licenciada en filosofía, editora, escritora y DJ de reggaetón, “Ciertos ruidos: Nuevas tribus urbanas chilenas” (Editorial Planeta chilena S. A., 2009), atractivo tour urbano; título que se obtenía en Lima en populares ferias de libros casi como única excepción de publicaciones de autoras musicales chilenas, lo recomiendo, es un profuso y alucinado viaje urbano por personajes de inicios de siglo, que la autora reúne, “pokemones, visual-kei, oshares, lolitas, emos, peloláis y flaites”.

 

 

 

Finalmente, cerraron esa década María de los Ángeles Cerda acompañada de Pablo Padilla para editar “El libro blanco del rock” de la revista Rockaxis (Ril Editores, 2009), selección biográfica de “grandes bandas” y un “diccionario del rock” con ensayos sobre géneros como el blues, metal y punk. El propósito era compilar y resumir bandas/artistas relevantes del siglo XX y XXI. María de los Ángeles es traductora inglés-español de profesión y periodista y editora de oficio y Pablo es licenciado en Literatura, escritor y editor.

En la segunda década del presente siglo, se incrementa la cantidad de ediciones en más del doble, en relación a la primera. En el 2010, Plaza Janés editó “Yo, Violeta” de la escritora, profesora, actriz, directora, dramaturga y activista Mónica Echeverría Yañez, una emotiva novela en la que Violeta Parra, la más universal de las artistas chilenas “cuenta” su historia. Lamentablemente, en el 2020, la autora, considerada una de las más destacadas figuras del feminismo y la cultura, falleció a los 99 años.

En el 2012, cuando aun no era habitual que los autores tomaran partido por la contribución de las rockeras a la escena chilena, el capo Fabio Salas dio la cara y aporto su pluma en “Mira, niñita. Creación y experiencia de rockeras chilenas” (Ediciones Universidad Alberto Hurtado), cuyo título no deja ninguna duda de su compromiso con la causa femenina. Hasta ese momento, no había habido un libro que enfoque el valioso aporte de la mujer chilena en el rock, además, versado en sus propias palabras.

Ese mismo año, la musicóloga Raquel Bustos Valderrama, Medalla de la Música 2006 del Consejo Chileno de la Música, cuyas investigaciones están dedicadas al estudio y la difusión de la música académica chilena del siglo XX, da a conocer su obra: “La mujer compositora y su aporte al desarrollo musical chileno” (Ediciones Universidad Católica de Chile); en el primer capítulo, “Semblanza del siglo XIX”, la autora contextualiza la época, “con un panorama histórico de la presencia de la mujer en el ámbito social y educacional como también con antecedentes testimoniales que arrojan luces sobre las primeras representantes nacionales en la música, ya sea en el campo interpretativo, docente y (o) creativo”, mientras el capítulo dedicado al siglo XX incluye un marco histórico general del país que enfatiza los logros femeninos en el ámbito político-social, educacional y cultural y el ‘Contexto de desarrollo de la composición musical chilena’ y luego individualiza a catorce mujeres compositoras”.

También en el 2012 la Asociación Chilena de Estudios en Música Popular (ASEMPCH) realizó el Congreso Chileno de Estudios en Música Popular, lo cual dejó un libro: “¿Qué hay de popular en la música popular? Actas del Primer Congreso Chileno de Estudios en Música Popular”. Adriana Barrueto Zérega e Ignacio Ramos-Rodillo fueron sus editores. Adriana, dos años después, para convertirse en una Magíster en Artes, Mención Música, presentó su tesis, en la Pontificia Universidad Católica de Chile, “Gesto musical, particularidad y desvío: nociones estéticas y herramientas para el análisis de grabaciones de rock”. Por su parte, Ignacio, Licenciado en Historia y Doctor en Estudios Latinoamericanos, con la tesis “La Renovación Folclórica Latinoamericana y la Nueva Canción Peruana. Folclor, música popular y política entre las décadas de 1950 y 1980”. No es su único vínculo con Perú, colaboró con el libro “¡Qué cosa tan linda! Una introducción al estudio de la salsa en el Perú” de Jesús A. Cosamalón Aguilar / José Carlos Rojas Medrano (PUCP, 2020) y un artículo suyo se incluye en un libro colectivo sobre músicos y movidas: “10 historias caletas de la música juvenil peruana” (Editorial C. S.A.C. Para su sello editorial Ediciones Contracultura, 2023). Esta pendiente la edición de un libro suyo sobre el movimiento de la Nueva Canción Peruana, que estaría a cargo del Instituto de Estudios Peruanos.

 

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En el 2013, Ediciones B presentó dos libros, uno de Marisol García Correa, periodista, traductora, tallerista, consultora e investigadora independiente, Magíster en Arte, Pensamiento y Cultura, titulado: “Canción valiente. 1980-1989. Tres décadas de canto social y político en Chile” (que tendría una nueva edición diez años después, a cargo de Editorial Tácitas) y el otro: “Los Jaivas, 50 años de historia” de la periodista, Mg. en historia y gestión del patrimonio cultural Pamela Urbina Alvial. Los títulos nos dicen todo. Ambos de urgente captura, pues en Chile canto y política han tenido una sólida relación, mientras Los Jaivas, es una de las agrupaciones musicales chilenas más Universales, y no menciono su vinculación con Perú pues este artículo ya va parecer, también, un libro.

Ese mismo año, Verónica Sierralta, profesora asociada del Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile y destacada música, con estudios de piano en Chile, y clavecín y bajo continuo en Inglaterra, presentó “Manual de clavecín. Para el conocimiento y mantención del clavecín histórico” (Ediciones UC), libro aporta la historia del clavecín en el mundo y el relato de cómo se fue instalando en Chile, y da a conocer su funcionamiento y repertorio de uno de los instrumentos fundamentales del período barroco. Además, su fácil lectura y sus variadas ilustraciones ayudan en la comprensión de temas difíciles como son las afinaciones y su aplicación práctica.

En el 2014, en el libro del fotógrafo Hugo Pineda “La ruta ochentera” (Ocho Libros Editores), selección de fotografías, centrada en el Santiago bajo dictadura, registro de varias bandas rock y pop del “underground” se incluye un texto de la capa Marisol García, en el que contextualiza ese material.

En el 2015, la musicóloga Raquel Bustos Valderrama, Medalla de la Música 2006 del Consejo Chileno de la Música, da a conocer su segundo libro, titulado: “Presencia de la mujer en la música chilena” (Ediciones Libros en Red). Esta obra está dedicada a mujeres que contribuyeron, en instituciones estatales o de manera privada, al desarrollo musical de Chile. Comprende a medio centenar de mujeres activas en todas las disciplinas musicales, que mayormente estaban en el anonimato. “Este estudio se inserta en el acontecer histórico-social, educacional y cultural del país y en el desarrollo de la historia de la música en Chile”. ¡Qué interesante!

En el 2016, se dan a conocer dos libros de la capa y una de las más prolíficas autoras musicales chilenas Patricia Díaz Inostroza. El primero: “Yo no canto por cantar. Cantares de resistencia en el Cono Sur” (Brasil, Uruguay, Chile y Argentina de 1964 a 1989), fue su tesis doctoral en Estudios Americanos en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Tras su publicación, al año siguiente sería nominado a los premios Pulsar 2017 como mejor publicación musical literaria. Ese libro se puede descargar del sitio web de su autora. El segundo libro que se le publicaría ese mismo año se tituló: “Clara Oyuela y el arte de cantar”, fue una investigación financiada por el Fondo de la Música 2015, “trata de la de la vida y obra de la destacada maestra y cantante lírica argentina/chilena. Esta relevante figura, no obstante, su invisibilización, es considerada por los operáticos como ‘el antes y el después de la ópera en Chile’”. No quiero dejar de mencionar que la autora tiene un libro que habría que mencionar, aunque no sea específicamente de música, “La cultura viva. Reflexiones Criticas Cultureras” (Editorial Universidad Bolivariana S.A) sobre la problemática de la gestión y las políticas culturales en su país.

En el 2016, la musicóloga Raquel Bustos Valderrama y el director de Orquesta hispano-chileno Agustín Cullell Teixidó, quien, por su labor artística y pedagógica, ha sido considerado un valor representativo de la actividad musical latinoamericana (incluso dirigió una orquesta en Perú) presentaron el libro “Armando Carvajal. Artífice del progreso musical chileno” (Editorial Libros en Red).

Ese mismo año, Lorena Ardito Aldana, Eileen Karmy Bolton, Antonia Mardones Marshall y Alejandra Vargas Sepúlveda hicieron un viaje en el tiempo, al pasado, para realizar “¡Hagan un trencito! Siguiendo los pasos de la memoria cumbianchera en Chile (1949-1989)” (Ceibo Ediciones). Gran combo: Cumbia y Memoria. Las autoras están vinculadas a la colectiva de investigación Tiesas Pero Cumbiancheras, “especializada en vincular los ritmos tropicales a la historia chilena reciente y el concepto de identidad nacional, desde un lenguaje que integra lo académico, lo popular, lo vivencial, lo oficial y lo subalterno”. ¡Qué empiece la fiesta consciente!

 

 

En 2017, Alfaguara lanzó “La vida en movimiento” de la actriz y cantante Denise Rosenthal, libro autobiográfico que aborda su niñez, su salto a la fama, de adolescente, en series de TV, la muerte de su mejor amiga Isidora (inspiración de un tema homónimo) y el acoso sufrido por un desconocido durante años, entre otros temas.

Dorso es una banda chilena de thrash metal con 40 años de trayectoria, en 2017 llegó su homenaje literario, cuando la periodista Feña Mánquez presentó “Dorso, un experimento méntor” (Libros del Pez Espiral).

Del 2017, es también el libro colectivo “30 años de la industria musical chilena (1988-2008): Reflexiones y testimonios” (Hueders, SCD). El trigésimo aniversario de la Sociedad de Autores e Intérpretes Musicales SCD propició este libro que es un repaso de tres décadas de trabajo por la protección de la música y los músicos en Chile. Se incluyó un texto de la capa Marisol García en este libro.

Otro libro colectivo de interés de ese mismo año, “Fundamentales de la Música Chilena” (Hueders / SCD) de David Ponce, Iñigo Díaz, Jorge Leiva y Marisol García. El libro presenta semblanzas biográficas de 32 músicos que durante su vida han dado un aporte esencial al desarrollo de la música en Chile, a lo largo de la historia de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) y han sido distinguidos con el título honorífico de Figura Fundamental de la Música Chilena, caso: Los Jaivas, Margot Loyola…

Cierro el 2017 y abro el 2018, con dos libros de Marisol García Correa, el primero: “Llora, corazón. El latido de la canción cebolla” (Catalonia / CIP-UDP, 2017), que reivindica a boleristas populares chilenos que obtuvieron en los años ‘50 y ‘60 el reconocimiento merecido; el segundo, el libro titulado como el personaje al que está dedicado: “Claudio Arrau” (Hueders), la vida del más destacado pianista chileno del siglo XX.

 

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En el 2018, la fotógrafa y diseñadora Karolina Guajardo Briones mostró el primero de sus dos libros gráficos “Poesía, beats y rock & roll”, libro independiente, quizá el primero, en Chile, de fotografías de bandas, ¡80!, no sólo de su país sino también de Argentina, Perú (Fucking Clan, Aeropajitas, Dios Hastío y Barrio Calavera) y España. En mayo del 2019 se presentó en Lima (capital del Perú) y en febrero del 2020 en Argentina. En el 2005, “Karo” se hizo notar con Macrodosis, el colectivo de fotógrafas que duró 5 años, las invitaron a exponer a Francia y fueron seleccionadas por el Consejo de Cultura y las Artes de Chile para exponer en Barcelona, España; desde ahí despuntó con su fotografía de autora, básicamente orientada a la puesta en escena (o foto de sesiones), que desde inicios de siglo puso al servicio de la música, aunque su acercamiento a ésta, se dio primero por el lado de organizar tocadas y hacer fanzines; el proyecto de libro lo tenía desde el 2016. Pero no sería la primera vez que una foto suya aparecería en un libro, en el 2009, Def Con Dos, pioneros españoles del hip hop en español, la sorprendió solicitándole una foto que había tomado a la banda para contratapa de un libro suyo, Hipotécate tú” que apareció con un álbum del mismo título.

Interesante el libro de Javiera Tapia & Daniel Hernández: “Es difícil hacer cosas fáciles: los diez años que cambiaron la música en Chile” (Los libros de la mujer rota, 2017), una historia de la industria musical chilena entre los años 1995 y el 2005, de la invasión de las multinacionales hasta su huida, a la par de la formación de escenas independientes y, como, quizá, no podía ser de otra manera un relato oral de los protagonistas, en suma una reconstrucción de uno de los periodos más apasionantes de la música en Chile, que llevaron, creo, a su mayor visibilidad internacional. Javiera es periodista y productora radial, fue fundadora de una web de periodismo feminista y directora de POTQ Magazine, escribió en la histórica publicación española “Rock de Lux” y Daniel Hernández es sociólogo vasco, que en 1999 creó el sello Federación de Universos Pop, fue cofundador de la importante base de datos de música española Lafonoteca.net y ha escrito para importantes medios como son “Rolling Stone”, “Zona de Obras”, “Jenesaispop” (las tres de España) y “Super 45” (Chile).

 

 

El cierre de la segunda década del presente siglo se dio en mi país; Ediciones Altazor convocó a autores y autoras de diversos países para hacer un homenaje literario a Los Prisioneros, lo título: “27 relatos de Sudamerican Rockers. Hermosos ruidos. Tributo narrativo a Los Prisioneros” (2018); este tributo latinoamericano incluyó de Chile, a la escritora Marcela Ponce y a la periodista y escritora Sascha Hanning.

Pandémicos

Es increíble que las ediciones de la tercera década del presente siglo sean el doble que las de la pasada década, a pesar de que recién hemos transcurrido un tercio de los años 20 e inclusive habiendo atravesado los años más duros de la pandemia del Corona Virus. Lo que habla del interés y compromiso de Editoriales y, sobre todo, del empuje de las autoras musicales chilenas, no por nada las llamo bravas… libres y libras.

 

 

En el 2020, año fatal, quizá porque ya estaban en camino, previamente, se editaron solo dos libros, pero ¡vaya libros y autoras! Uno, el de la periodista y productora radial, Javiera Tapia Flores: “Amigas de lo ajeno. Lo que me contaron (y cantaron) las músicas chilenas” (Planeta); previo a su opus, en 2017, había aportado el libro “Es difícil hacer cosas fáciles: los diez años que cambiaron la música en Chile”, en coautoría con el vasco Daniel Hernández. El libro contiene “entrevistas y análisis sobre el quehacer de cantautoras que en las últimas dos décadas han combinado creación pop, interpretación y opinión en medio de debates más amplios sobre género, cambio social y trabajo independiente”. Incluye a las capas, ciertamente internacionales, Ana Tijoux, Camila Moreno, Denise Rosenthal (mencionada en este recuento por su libro autobiográfico), Francisca Valenzuela, Javiera Mena, Mariel Mariel, Mon Laferte, entre otras. Y el otro libro de ese año tan duro, fue “Los sonidos del éter” (Marciano Ediciones) de Sandra Maldonado Henríquez aka Sandriuska Theremin, thereminista, música, escritora y editora; la autora hizo un ensayo de literatura musical, a un siglo de la aparición del Theremin, instrumento mágico; acompaña el libro con una pieza musical tributando sonoramente a este invento, que dio inicio a la música electrónica. Ese mismo año fue incluida en una antología de poesía hispanoamericana “La Flor en que amaneces” lanzada en Venezuela por la Editorial Azalea.

El 2021 trajo otra cosecha importante de libros, seguiré tratando de mencionarlos en orden alfabético de autoras. Arranco con el de la Emcee, B-girl, activista y fundadora de Fundación Fortaleza Hip Hop, Paulina Briceño Milla A.K.A. Brita la Matriarca, quien debutó como escritora con la publicación de “Ser B-girl: Filosofía del Hip Hop”, editado con colaboración pública; la de la también música La Chinganera, titulado “Nunca más solas. Décimas de La Chinganera” (Pehuén Editores). Fabiola Gonzáles es La Chinganera, poeta, payadora, compositora e investigadora, tiene formación académica (estudió canto lírico y pedagogía musical) lo que ha contribuido a su capacidad de sintetizar la tradición oral campesina, encarnándola a su manera.

 

 

El 2021, el año en que, rápidamente, se empezó a utilizar las vacunas contra Covid19, la banda Los Tres conoció otro libro que se la dedicaron, más precisamente a uno de sus álbumes, al excepcional: “La espada y la pared” (1995), con el que, internacionalmente, muchos la conocimos; casualmente, el libro fue titulado “La espada y la pared. Los Tres” (La Piedra Redonda), su autora es María de los Ángeles Cerda, quien, en el 2009, había sido una de las personas que editaron “El libro blanco del rock” de la revista Rockaxis. Ese mismo año María de los Ángeles, participó en “Contrasonido: Insurgencia, pandemia y 30 años de contingencia musical chilena (1990-2020)” (Cuaderno y Pauta), un libro colectivo de autoras y autores que incluyó a Antonella Galarce, Araucarla Rojas, Carolina Chacana, Cecilia Astorga, Claudio Gutiérrez, Freddy Olguín, Javiera Tapia, Leyla Manzur, Luis Felipe Saavedra, Pamela Gaete, Pedro Aceituno, Susana Cortés y Susana Díaz. David Ponce fue el editor de este libro que lanzó con su editorial. “Se trata de la continuación de «Se oía venir», libro editado por David Ponce y publicado el 2019. En su contenido destacan artículos centrados en diversos géneros musicales y su postura frente a los hechos sociales, gracias a la pluma de varios autores, periodistas y trabajadores de la música”.

El 2021 también trajo otro libro sobre Los Tres, esta vez a cargo de Alfredo Lewin y Marisol García, ambas figuras notorias de Chile, cada quien, con su respectivo aporte, ese trabajo se tituló “Los Tres desenchufados. Una crónica unplugged” (Pez Espiral).

Ese año, se dio a conocer otro libro de Patricia Díaz Inostroza: “Siete canciones de amor y un poema desesperado” (Ojo por Ojo), un reflexivo libro… “Por qué la imagen de Víctor Jara aparece en pañuelos, banderas y poleras. Por qué cantamos sus canciones tantos años después… ¿De qué tratan? ¿Cuál era el mensaje que le costó la vida? Esta publicación reúne la historia, reflexión y análisis de siete de sus poesías cantadas y su último poema —escrito horas antes de ser asesinado— en un intento de acercarse al misterio de su obra”.

Mientras, en México se editaba el libro de autores y autoras de ese país y de Chile titulado: “Canciones de lejos. Complicidades musicales entre Chile y México” (Editorial Universidad de Guadalajara, México), el cual conocería edición en Chile, al año siguiente, a cargo de Ediciones UC. El libro contenía textos de las autoras: Angie Giaverini, Claudia Jiménez, Johanna Watson, Lara López, Macarena Lavín, Marisol García y Natalia Cano.

Otro libro a dos manos, editado ese 2021, fue el de las periodistas Claudia Montecinos y Javiera Calderón Sandoval “Arriba del escenario: La historia de los megaconciertos en Chile” (Ril Editores), lanzado también en Ebook; oportuno libro, ya que, en ese entonces, se prestaba el momento para hacer un recuento sobre el tema y fue como una antesala al 2022, que empezó con el anuncio del regreso de presentaciones musicales masivas, mencionándose las posteriores visitas de Dua Lipa, Metallica, Coldplay y Erasure y la realización de grandes festivales de música, Lollapalooza y Primavera Sound, (versiones chilenas), entre otros, como parte del calendario de ese año. Además, el libro casi se había hecho esperar ya que Chile es una plaza habitual para festivales con artistas internacionales renombrados o de moda.

 

 

Empecemos el 2022, alfabéticamente, con Colombina Parra, compositora y cantante, hija del “antipoeta” Nicanor Parra y, como tal, integrante de la connotada familia Parra. También es vocalista del grupo Los Ex, banda popular en Perú sobre todo por el rocanrol “La corbata de mi tío”, ella vio editado por Random House su libro “Otro tipo de música”, un ejercicio de memoria de distintas etapas de su vida.

El Café del Cerro fue una cafetería que se destacaba por su actividad cultural durante la década de 1980, en plena dictadura militar pinochetista, acogieron a cantautores, agrupaciones folclóricas y bandas de rock; la periodista María Eugenia Meza le hizo un libro, precisamente titulado: “Café Del Cerro: Miles de voces dirán que no fue en vano” (Café del Cerro).

Los pioneros del hardcore melódico, en Chile, BBS Paranoicos conocieron un libro sobre su trayectoria gracias a Santiago-Ander Editorial, se titula “Tanto insistir. La historia de BBS Paranoicos”, su autora es Rossana Montalbán periodista, investigadora y escritora. Fundadora y editora general de Crónica Sonora, investigadora en género y feminismos en la música. Coordina desde 2021 el Club de Lecturas para Subir el Volumen: Música, género y feminismos y ha colaborado con el Observatorio Feminista del Libro RedFem, Mujeres Críticas de Música.

Arrancamos el 2023, con la cantautora, intérprete y folclorista Isabel Parra Cereceda, que dio a conocer su “Libro de mis canciones” (Ediciones UC) y con Johanna Watson, una de las mujeres chilenas más importantes de la prensa musical, ella encontró una editorial apropiada para lanzar su bitácora personal: “Lado B. Crónicas, entrevistas y reportajes musicales” (Ocho Libros Editores).

El libro incluye notables músicos y músicas de Iberoamérica como Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Cecilia la Incomparable, Jorge González, Evaristo Páramos (de La Polla Records) y también anglos como Roddy Bottum de Faith No More, entre otros.

Johanna empezó escribiendo en un fanzine, después lo hizo en varios medios chilenos: Rockaxis, Culto, La Tercera, The Clinic, Música Popular, Anfibia, El Mostrador, El Desconcierto, La voz de los que sobran, y, también, del extranjero como la revista española Zona de Obras y la revista La Banda Elástica (USA). Fue corresponsal de la escena chilena para el espacio Némesis de la Radio Reactor (México). Es jurado en la categoría Mejor Artista Pop de los premios Pulsar.

 

Página de Libro “Canciones de lejos. Complicidades musicales entre Chile y México”

 

“Lado B…” es su debut literario como autora, digamos solista pues ha participado en los siguientes libros colectivos, todos recomendables: “Un paso adelante. Una cronología del ska en Chile” (Santiago-Ander, Chile, 2022), “Canciones de lejos. Complicidades musicales entre Chile y México” (Editorial Universidad de Guadalajara, México, 2021 / Ediciones UC, Chile, 2022), “Mayoría equivocada. Una historia incompleta del punk en América Latina” (Náufrago de Itaca, Venezuela, 2022), “30 años de la Banda Elástica” (LBE, USA, 2022), “Fractura expuesta. Septiembre 1973 – Septiembre 2023” (Editorial Forja, Chile, 2023), y “Cumbia somos” (Editorial Universidad de Guadalajara, México, 2023).

Ha sido la única autora chilena en escribir en un sitio web peruano: Garaje del rock, su acercamiento a mi país le ha llevado a incluir en su libro a la cantante Wendy Sulca y vino a presentarlo a Perú, en este mes de marzo, la primera con el aval de la Municipalidad de Lima y la segunda en una actividad de las Cholas Chulas. Y regresará con un segundo libro a Lima, el cual ya está en preparación.

 

 

Seguimos con otra destacada autora, Karolina Guajardo Briones. Ella es fotógrafa, gestora y diseñadora gráfica chilena; en el 2018 se auto-editó “Poesía, beats y rock & roll”, libro que incluyó no sólo bandas de Chile sino también de Perú: Fucking Clan, Aeropajitas, Dios Hastío y Barrio Calavera; en el 2023 presentó “La música es femenina” (FONDART), foto-libro, promocionado como «el primer libro fotográfico de mujeres músicas editado en Chile y Latinoamérica». Incluye retratos de cincuenta proyectos musicales de diferentes géneros liderados por mujeres, a lo largo de todo su país (se incluyen también representantes de Perú y de España), obra que tendrá continuidad pues se ha adjudicado, recientemente, un FONDART (Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes), con el que concretará el foto-libro “La música es femenina, parte 2”, en el transcurso del año.

 

 

Karolina Guajardo y Johanna Watson son creadoras y directoras de Libra, el primer encuentro de autoras de libros musicales Libra tuvo una exitosa partida con la participación de diversas mujeres chilenas de la cultura, en diciembre del 2023, encuentro, inédito en Chile y en buena parte de Latinoamérica, que comprendió conversas, venta y firma de libros y presentaciones musicales y convocó a bravas difusoras y escritoras chilenas: Blanca Lewin, Caro Ozaus, Fernanda Schell, Mariel Mariel, Pamela Gaete, María De Los Ángeles Cerda, María José Barros, Naty Lane, Patricia Díaz-Inostroza, Patricia Stambuk, Verónica Espinoza Ulloa, Colectiva Tiesas pero Cumbiancheras y las invitadas extranjeras Gloria Guerrero (Argentina) y Tere Estrada (México), capas continentales.

 

 

La propuesta de Libra la sintetizan así: “La literatura musical ha vivido un gran auge en los últimos años en Chile y a nivel internacional. Cada vez son más los libros, biografías, autobiografías, libros de conversaciones, crónicas, gráfica o fotografía, que retratan a variados movimientos musicales. Muchas de las personas responsables de dichos libros son mujeres, creadoras y gestoras que llevan adelante sus proyectos y trabajan para visibilizarlos, en un contexto donde dicha especialización se ha considerado históricamente como terreno de hombres”.

“La música de Ana Tijoux. Activismo, nuevas solidaridades y voces de la calle (Chile 1997-2000)” (Fondo de Cultura Económica) de la Doctora en Literatura María José Barros, considero que es otro valioso libro del 2023, no solo porque conocemos de la valía de Tijoux desde que estaba en Makiza, sino, al revisar su índice: 1. Canciones de protesta – Chile – Historia y crítica – 1997-2020 2. Música popular – Aspectos políticos – Chile – Historia – 1997-2020 3. Música popular – Chile – Historia y crítica – 1997-2020; el año anterior había presentado otro libro que habría que buscar, aunque no sea precisamente musical, “Aguas libres. Conversaciones con artistas y activistas por la defensa de las aguas en Abya Yala” (Ocho Libros, 2022).

 

 

Considero que Marisol García Correa es una de las autoras chilenas más capas, aunque decir autora quede corto, ahora, quiero expandirme más sobre ella. Es periodista, editora, traductora e investigadora independiente, Magíster en Arte, Cultura y Pensamiento Americano (IDEA-USACh). Autora y editora de libros sobre músicas chilenas, desde una perspectiva histórica. Desde 1995 colabora con diarios, revistas y radios y ha realizado investigaciones para documentales, libros y exposiciones en museos y bibliotecas. Ha sido también consultora de importantes bandas sonoras de cine (Una mujer fantástica, La memoria infinita y Gloria entre otras). Es coeditora del sitio enciclopédico MusicaPopular.cl y parte del equipo que anualmente organiza el Festival IN-EDIT Chile, dedicado al cine y documental musical. En 2019 fue distinguida con un Premio Pulsar al Fomento de la Música y el Patrimonio. Y seguramente vuelvo a quedarme corto en hacer una semblanza profesional de Marisol. En el 2023, presentó un nuevo libro: “Al estilo Pánico. Música y manifiesto” (Club de Fans), un paseo por el universo de Pánico y su época, banda desparecida, recordada por lo delirante.

Naty Lane es música y escritora. Ha sido bajista de bandas como Adelaida y, actualmente, guitarrista y vocalista de Hammuravi. Ha grabado más de 10 discos en vivo y en estudio. En el 2016 publicó su primer libro “Solo sueño los domingos”, cuentos, poemas e ilustraciones. En el 2018, participa en la segunda edición de “Sube la radio” y en 2019, se lanza su segundo libro: “Primavera Salvaje”, distintos textos que datan de ese momento y de la pandemia constituyeron su tercer libro “Sueñan las ovejas negras” (Santiago-Ander Editorial), editado el pasado año, que si bien no es de música precisamente, son relatos sobre sexualidad femenina, relaciones familiares, amor, desamor “y la autoestima con un enfoque social, en primera persona y sin tapujos” precisó Naty, quien estuvo el pasado mes de febrero presentando su libro en Lima, previamente tocó con su banda Hammuravi, acompañada de las bandas locales Kinder, Solenoide y Miles Cienfuegos.

La musicóloga, periodista, gestora cultural y cantautora Patricia Díaz-Inostroza, en el 2023, entregó dos libros, uno sola y otra como coautora, el primero se titula: “Violeta y Gilbert, una historia de amor, locura y música” (Memoriarte Ediciones), es una novela No ficción. Díaz-Inostroza es una estudiosa de la vida de la gran Violeta, así, fue la encargada de la curaduría de la exposición montada en la Biblioteca Nacional de Chile, en el 2017, por el centenario de Parra; según ella, fue obra de Violeta la que le dio las claves para interesarse en esa historia, “Sus canciones intensas, sublimes y están compuestas desde sus entrañas como los poetas malditos del siglo XIX por tanto las de amor (y desamor) también lo son. Internándome en ellas quise saber por qué y a quién le escribía, y ahí me encuentro con Gilbert … Al principio, se trataba de un ensayo que se llamaba Fragmentos de la poesía amorosa de Violeta Parra, basada en Roland Barthes. Después me di cuenta que ahí había una historia que contar, no un ensayo académico” expresó a “Culto”, suplemento del diario “La Tercera”. Todo un detalle viniendo de una musicóloga.

El segundo libro de Patricia Díaz-Inostroza en el 2023 es como coautora, compartiendo créditos con Carlos Necochea, el libro se titula “Canto bueno, crónica de una canción” (Auto-edición). Antes que nada, canto bueno, el de Patricia, que se subió a un escenario, primero como solista de charango, hace casi 45 años, en el libro están sus vivencias, así, el último año de los setenta, conoce e interactúa, como integrante y directora del Grupo Abril, conjunto del llamado Canto Nuevo, con Necochea, quien su buena experiencia como director general de la Colección La Semilla, animó a Ricardo García, importante promotor cultural y comunicador radial, para convocarlo al proyecto del Sello Alerce. Capa y capo suman. De este trabajo se ha dicho que es una crónica no es sólo un recorrido sensible por las canciones y sus creadores e intérpretes, sino una verdadera fuente histórica para conocer una época extraordinaria que aún conmueve a la comunidad chilena, consciente.

 

 

La percusionista y docente Simone Caiafa Sepúlveda se autoeditó un “Método inicial para ensambles de percusión. Inspirado en ritmos de Chile”. Además, menciono que tiene un lindo proyecto, quizá precursor en Sudamérica, conciertos didácticos en colegios rurales. El 2023, inició con Julieta Salgado el Kima Dúo y este año, gracias al Fondo de la Música, en su línea Actividades Formativas, podrá hacerlo realidad once de esos conciertos. El dúo considera que la música docta debe salir de los escenarios tradicionales y, así, además aportar a la formación de audiencias. Propósito loable.

Si mal no me equivoco no hay muchos libros de percusionistas en Chile, lo que hace inusual aparte de valioso el trabajo de Simone. Recuerdo el del músico y autor Cristian Latorre, que el 2014, dio a conocer un libro que lo vincula con Perú, en donde, también, ha mostrado sus destrezas percusivas sobre escenario, el libro se titula: “El cajón afro-peruano en el mundo. Ritmos afro-peruanos, latinos, flamenco y del mundo” (Editores Percusión Chile).

 

 

Otra pareja autoral constituyó Laura Jordán y Andrea Salazar con “TRAFÜLKANTUN: cantos cruzados entre Garrido y Curilem” (Ariadna Ediciones). Esta será otra apasionante historia, ya que trata sobre la relación que sostuvieron, a mediados del siglo XX, Pablo Garrido Vargas, pionero del jazz, historiador de la cueca y dirigente por los derechos laborales de músicos y artistas y Juan Curilem Millanguir, intelectual mapuche, profesor de estado, músico y director coral.

Finalmente, un libro de curioso título para el final de este recuento cronológico y alfabético, se trata de “No leas este libro si para ti la música es un hobbie: Guía de Marketing Musical” (Auto-editado) de Verónica Espinoza Ulloa, una guía, efectivamente, para músicos independientes, sellos discográficos y asesores que trabajen en el área, además de estudiantes de música y producción musical. Y es que libros técnicos también son necesarios en este quehacer.

 

 

Hasta aquí, solamente, un recuento de las bravas y sus libras. Ya habrá otro momento para el análisis de este panorama de un país cuyas autoras musicales lo están poniendo entre los más importantes del continente en materia bibliográfica musical. Ahora me provoca escuchar la música contemporánea chilena partiendo de una playlist que hice en el tiempo de la revuelta del 2019, que por cierto debo recontra-reactualizar:

 

https://open.spotify.com/playlist/0V1EjERBFXsi2RNElAKfTz

 

 

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