Solenoide: «Nuestra música explora una sonoridad nostálgica» [ENTREVISTA]

Con una propuesta shoegaze que destaca por su concepto sonoro y poético, Solenoide se presenta al público con «Casa de Islandia», ofreciendo una alternativa fresca al revival del género. Este EP de cuatro tracks, con una canción de siete minutos de duración, desafía los límites del sonido y nos cautiva con su nostálgica y envolvente atmósfera. Sumérgete en este viaje por la aurora boreal mientras escuchas su música.

La historia de Solenoide comenzó en 2016, cuando Laura Rosales y Oscar Contreras decidieron formar una banda de rock que combinara la música y la literatura. Con el tiempo, se unieron talentosos músicos como Oscar Chávez, Héctor Espinoza y Renzo López. A pesar de los desafíos impuestos por la pandemia en 2020, la banda logró completar la grabación de su EP en 2022 bajo el sello discográfico Catenaria Discos.

La producción, mezcla y masterización del EP estuvo a cargo de reconocidos músicos de shoegaze y electrónica, Mario Silvania y Juan Esquivel (Catervas), en los Estudios AudioQubo, Lima, Perú, durante diciembre de 2022. La fotografía de la portada y las que acompañaron esta etapa de la banda fueron hechas por Fernando Gomez (@fernandogomezfoto).

Conversamos con Laura Rosales y Oscar Contreras para conocer más acerca del proceso.

¿Cómo fue el proceso desde su demo, Casa de Islandia hasta que se publicó como EP?

Nosotros teníamos nuestros demos en Youtube, que los grabamos incluso directamente con algún micrófono, o con algún iPad, lo fuimos construyendo de forma muy primitiva, porque los arreglos, tal cual existen en el EP, existen en los demos, pero la manera en la que grabamos era primitiva para ese momento. Luego, con el tiempo, pudimos grabar mucho mejor gracias a los equipos que teníamos, pero aún nos faltaba lograr un sonido en el que todos los instrumentos fueran reconocibles. A partir del EP, consideramos que nuestra música tiene una calidad mejor, mucho más profesional.

Toda la esencia de Solenoide ya había sido planeada, ha venido desde siempre, todo ha sido pensado antes. Durante los años, hemos podido ir armando nuestro set, adquirir más efectos, pero siempre pensando en cómo queríamos sonar. Si escuchas los demos que están en Youtube, aunque creo que ya no están, pero estaban hace unas semanas, los demos suenan exactamente igual, solo que ahora ya se nota un profesionalismo en la grabación, masterización, pero todos los arreglos ya estaban pensados.

¿Cómo tenían tan claro el sonido que buscaban? Para muchas bandas es complicado lograr tener un sonido definido, es decir, lo van descubriendo en el camino. ¿Cómo tenían proyectado este sonido ahora?

Desde que Laura Rosales (cantante, poeta y bajista de la banda) y Tito (Héctor Espinoza ) hacíamos covers de Spinetta en versión acústica, desde ahí ya queríamos que nuestra música sonara a una especie de Shoegaze acústico, ese tipo de reverberación que te va envolviendo mientras suceden otras cosas, como de fondo, como un paisaje de sonidos. Eso fue mucho antes de pensar en que Solenoide iba a existir.

También algo que siempre nos ha marcado la pauta, es que queríamos sonar con la influencia más actual del género. Por ejemplo, hace poco Slowdive presentó un nuevo álbum, queríamos sonar algo así. ¿Qué ocurriría si Cocteau Twins siguiera tocando? Ese sonido tendríamos que tener nosotros. Finalmente, ha sido como una suerte de combinación de todas esas influencias, pero con nuestro propio camino y estilo.

¿Cómo fue su trabajo con Mario Silvania?, ¿Cómo llegaron a contar con Mario para producir el EP?

Con Mario Silvania, hubo puntos muy específicos y esenciales. Él puso la cereza del pastel, no cualquier cereza, sino LA CEREZA. Algo que recuerdo que puso Mario fue el final para «Tiananman», la prolongación de la voz que hago, con mucha sutileza. Es algo que nos gusta, ya que antes nosotros finalizábamos la canción con las guitarras en seco. Desde nuestra perspectiva, ha sido positivo y nos sentimos cómodos con su trabajo.

Laura Rosales: Conocía a Mario más desde el ambiente literario, en alguna presentación de libro, alrededor del año 2011 más o menos. Como siempre he admirado la música de Silvania, al conocerlo le regalé un libro y nos pusimos en contacto. En 2013 nos volvimos a contactar para regalarle mi segunda publicación, desde entonces nos hemos seguido mutuamente en Facebook. Con el tiempo, se nos dio la oportunidad de grabar con Catenaria y teníamos que buscar un productor. Sabía que Mario había producido a Felyno -banda de indie rock de Pasco-, así que no dudé mucho en proponerle trabajar con él como productor. Se lo comenté y me pidió escuchar nuestra música para ver si era posible. Esto fue más o menos antes de la pandemia, en un momento en el que no pudimos continuar el trabajo, pero ya había una conversación.

El EP lo grabamos aproximadamente en un mes, en unos cinco fines de semana. Fuimos viendo cómo las cosas iban encajando, era como si siempre hubiéramos visto algún vídeo en baja calidad y ahora lo estuviéramos viendo en HD.

Otra cereza del pastel que es imposible no reconocer es la influencia que tiene lo literario y todo lo que engloba ese concepto. ¿Cuál es el criterio que usan para seleccionar los fragmentos? ¿Cómo logran adaptar esas historias a su música?

Eso no fue la cereza, eso fue la masa, la harina. Yo creo que finalmente siempre íbamos a tener la literatura presente. Yo conocía a Óscar en ese mundo, aunque coincidíamos en algunos gustos musicales. Se fue dando de forma muy natural, pero nosotros partimos del sonido, a cómo nos suene, a lo que imaginamos por la base musical. Vamos recordando escenas de libros que hayamos leído, vamos tratando de crear una conexión de esa manera.

Es así, también es una forma de hacer una especie de soundtrack a las cosas que hemos leído. La manera en la que ahora consumimos cultura ya no es solamente visual, ni imaginativa, ni auditiva, ahora se involucran más estímulos. Pensando en la esencia de Solenoide, fuimos llegando a esa pista. Igual con «Macabea», en algún momento Laura, que estaba leyendo «La hora de la estrella», comenzó a sentir que la canción en realidad era el grito de Macabea, aunque no fue instantáneo, claro. Esa especie de semi intuición siempre ha sido nuestra brújula en Solenoide.

Recuerdo que «Macabea» fue propuesta por Óscar. En un principio, la canción se titulaba «Las Estrellitas», pero conforme se fue armando, lo relacioné con la novela que había terminado de leer y que me había gustado mucho. Partió de Óscar toda la música, fuimos sumando instrumentos, melodías de voz y luego, en un ensayo, fuimos terminando de armarla. En ese momento, va surgiendo qué parte literaria, letra o historia encajaría.

Hay gente que cree que algunos efectos de la canción son teclados, pero no, toda la canción son guitarra y efectos.

¿Han dejado algunos singles en el camino? ¿O más bien algún fragmento de texto, o algo que no haya sido posible incluir en el EP?

Sí, ahora tenemos cuatro canciones nuevas en las que queremos generalizar un poco el sonido que teníamos en esa época, un ritmo indie al estilo de New Order, pero hemos dejado un poco esa faceta, así que tratamos de ver cómo combinamos ambas sonoridades.

¿Qué referencias musicales han tenido? ¿Cuáles han sido las que más les han ayudado a definir ese sonido que ya tenían tan claro?

Laura: Yo consumo mucha música de todos los géneros. Yo, personalmente, canto susurrando, me ayuda el efecto. Por ese lado, Cocteau Twins me influye mucho. Me encanta la voz de Elizabeth Fraser. «Macabea» es un intento de querer cantar como ella, despojándome de todos los pudores. Es un pequeño intento. También Slowdive, Cranes y me gusta mucho Joni Mitchell y The Sundays. Me gustan mucho las bandas que tienen contrastes, esa dualidad de la oscuridad y el brillo. Ese contraste lo hemos incorporado en nuestra música.

Óscar: Para «Cartarescu», quería que sonara a algo saturado, pero a la vez onírico, porque justamente el contenido literario de Cartarescu es onírico, que nace desde una zona liminal. Eso quería lograr, esa atmósfera similar a «Just for a Day» de Slowdive, con reverberaciones bien vaporosas. En «Casa de Islandia», quería que sonara mucho más dream, como en las películas de David Lynch donde sale una cantante y suena una canción así. Un sonido retro futurista, con mucha nostalgia y una voz etérea y profunda. Quería que «Casa de Islandia» fuera eso, ese era nuestro objetivo. The Smiths también está presente en nuestra música. En «Macabea», más bien pensaba en una guitarra que fuera como The Durutti Column, que es un guitarrista de los ochenta. Quería explorar esa sonoridad nostálgica pero feliz.

¿Tienen planeado en adelante ir cambiando su sonido, agregando instrumentos o elementos que hagan evolucionar su música?

Hemos conversado sobre eso. Tenemos canciones inéditas a las que queremos dar forma, tal vez con instrumentos como la melódica, siempre manteniendo el espectro que estamos buscando. Estamos abiertos a la posibilidad de incluir algún otro instrumento.

Para su primer sencillo, añadieron una portada con un arte en collage, un arte que ha plasmado de manera precisa. ¿Cómo seleccionaron al artista y qué les pareció el resultado final?

Desde el principio, queríamos que nuestra portada fuera un collage, lo teníamos claro. Encontramos una página de Instagram con muchos artistas de collage, y ahí escogimos a tres artistas en el grupo. Casi todos coincidimos en que el arequipeño Paul Lazarte (@Blur.vhs) era el elegido para esa misión. Lo contactamos y le enviamos la música para que fluyera solo con su arte, y el resultado final quedó hermoso, la verdad, muy bonito.

En su música hay un mensaje político muy marcado. ¿Cómo deciden o aportan a esta lucha? ¿Creen que es ideal que el arte esté relacionado con la política?

Nosotros estamos bastante alineados, al menos esta cuarta generación. Aparte de ser muy amigos, coincidimos en tener posturas bastante similares en la lucha por los derechos, las minorías y las desigualdades. Todos coincidimos en que nuestras acciones también involucran ese tipo de temas y creemos que es importante poder compartirlos.

Laura: A mí me resulta liberador. Antes de ser artista, músico o lo que sea, somos seres humanos, peruanos. No solo desde un punto de vista individual, considero que si nos manifestamos también podemos sensibilizar a la gente. Entonces, el arte también podría servir como una especie de manifiesto.

Si tuvieran algunas últimas palabras para las personas que los escuchan por primera vez.

Bueno, si aún no han escuchado este EP, esta es la oportunidad de hacerlo. Si te gusta o eres de los que les gusta el ruido y a la vez la tranquilidad, de ambos polos, por así decirlo, creo que nuestra música podría ser perfecta para ti. Síguenos en nuestras redes sociales, estamos en todas las plataformas. Muchas gracias por el espacio y espero que les guste nuestra música. A todas las personas que nos apoyan, nos hacen sonreír todo el día. Gracias por todo eso.

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