Nicole Zignago y «Bubble gum»: Masticando el placer entre mujeres

El reciente sencillo de la cantautora Nicole Zignago inicia llamando las cosas por su nombre. Con un fondo musical de reality show, el video arranca en un ambiente perfecto para el almuerzo de un hogar tradicional hasta que, la hija decide confesar que “la amiga” que le acompaña, en realidad es su novia. Con los padres desconcertados y la discusión sobre la mesa, Nicole empieza a cantar Bubble Gum, una canción que se suma a la visibilidad del amor entre mujeres.

La compositora bisexual, aborda ese momento incómodo que rompe la etiqueta histórica de “amiga” para camuflar otras maneras de amar. Sin embargo, Bubble Gum no solo habla del amor lésbico desde el romanticismo, sino que atraviesa las sábanas para darle voz al placer y sexo entre ellas. De manera sutil y sensual, el video nos lleva por tonos pasteles con mayor presencia del rosa y el verde para envolver la propuesta conceptual de Zignago.

“Trae tu paraguas que te vas a mojar, estaría bien sad que no vengas pa’ acá, pero si vienes, yo me vengo no vo’ a parar” canta Nicole desde un jardín mientras controla los chorros que salen de la manguera. Así como lo vienen haciendo otras cantantes del pop latinoamericano actual, el tema recupera el poder de la feminidad para situar a las mujeres como sujetas que reivindican su derecho al placer y el disfrute.

A través de escenas que juegan con la imaginación, se va desfigurando la imagen de cuerpos que solo pueden maternar y se limitan a relaciones heterosexuales. “Conmigo, toda la noche en 69. Te quiero así, pegadita a mí. Like bubble gum, bubble gum” dice el estribillo cuando Nicole y su novia corren por las calles mientras se mojan con pistolas de agua. Entonces el autoconocimiento y la autonomía se hacen presentes de manera imprescindible para el placer entre mujeres, ese que aún niega el sistema educativo restringiendo información confiable y de calidad para cuidar la salud sexual y reproductiva en todas sus formas.

Como al inicio del video, la mesa está servida con Bubble Gum y otras canciones que hablan sobre la diversidad, el amor y el ejercicio de una sexualidad plena. Sobre todo en contextos críticos como los que vive actualmente Latinoamérica, donde los discursos de odio castigan a quienes rompen con el mandato heterosexual.

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