Desde hace un tiempo, el pop chileno marca tendencia en todo el continente, y este fenómeno tiene su por qué. Centrando las energías en la producción, y dueñas de unas melodías que calan profundo, las canciones de la región de Los Andes presentan una hermosa combinación entre radio y vanguardia, trabajo que se refleja con claridad en proyectos como elmalamía -que nos sorprendió hace un par de años con el disco DRAMA– y hoy, en un joven solista como Luciano Altair y su flamante nuevo álbum Heridas.
Editado por el sello Probeta Music (de Valparaíso), el primer disco de Luciano Altair es introspectivo, sensible y arriesgado. Para hablar de las heridas -las que, para el compositor, son simplemente marcas que deja la vida en el cuerpo, con sus cosas buenas y sus cosas malas-, Altair recurre a metáforas y relatos muy personales, los que son cantados con una emocionalidad palpable y acompañados por una producción que se destaca por el uso y combinación de elementos electrónicos y acústicos.
«Los referentes de cabecera para este disco fueron Bon Iver, James Blake y Sufjan Stevens. Esa mezcla del primer indie gringo, con sonidos más procesados, exploraciones sonoras y experimentaciones con la voz, me toma mucho porque siento que son distintas maneras de acercarse a la canción y al ser cantautor. Durante el proceso del disco volví mucho a Radiohead, tanto a sus álbumes más experimentales como también a su etapa más rockera. En el ámbito de los sonidos más electrónicos y experimentales, FKA Twigs y Björk son grandes referentes para mí, y para este disco en particular. Musicalmente intenté que el disco reflejara cierta ternura en la forma en que uno mira algunos sucesos, sentimientos y objetos. Incluso algunas penas”, expresó el músico a través de un boletín de prensa.
Como un relato que evidencia las diferentes huellas que va dejando la vida en nuestro cuerpo y alma, Heridas tiene diferentes atmósferas, colores y momentos. La melancolía está muy presente, pero también hay episodios sumamente luminosos, en los que el optimismo marca la pauta. El juego entre texturas, el íntimo ir y venir de la guitarra y la voz, más el uso delicado y desafiante de sintetizadores es clave en la construcción de un universo sonoro que busca constatar un mundo interior como el tuyo o el mío, lleno de preguntas y de búsquedas existenciales.
Heridas cuenta con el arte de Fran Finat y fue mezclado por Vicente Herrera, de Room Studios, y por Joaquín Alvear, de Estudio Vivario. La masterización fue realizada por Chalo González en Gmasters.
Escucha Heridas en plataformas digitales y sigue a Luciano Altair en sus redes sociales.
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