REEP Sessions: ¿La vida es un carnaval? La vida es un festival

HOY hay una nueva cita con Rock en el Parque, más precisamente con la cuarta edición de su “REEP Session”, formato de supervivencia en los duros tiempos que corren para la cultura en la capital del Perú, Lima. En reconocimiento al par de fundadores, que no claudican, va esta reflexión festivalera.

Mi formación musical, melómana, fue básicamente auditiva, inicialmente radial, de vinilos prestados o recibidos casi como herencia, de casetes regrabados (más que de fábrica) hasta llegar a darme el lujo de coleccionar vinilos y discos compactos editados en los países de origen de los artistas que los contenían, aparte de los nacionales. Actualmente, tras la etapa (espero) más dura de la pandemia, en la que vendí mi colección de vinilos para sobrevivir, mayormente accedo a la música a través de las plataformas como Spotify o “los amigos de siempre” como Youtube y Bandcamp. He consumido la música poco audiovisualmente, no he sido muy afecto a MTV o a Movistar Música (ni tengo TV), quizá, sí, he chequeado más las sesiones, audiovisuales, de bandas que por alguna razón me gustan o interesan (que no es lo mismo) y las comparten libremente.    

Es decir, en esta hora de recuento, confieso, que he ido, digamos, a pocos festivales, los que he disfrutado lo he hecho embarrándome hasta el alma. Y me he perdido muchos, sobre todo, desde 1996 cuando se empezaron a dar con más continuidad los conciertos o festivales con músicos extranjeros o intercalándolos con nacionales. Por varias razones, no solo por la precaria economía que representa dedicarse a la música en Perú, en todo sentido, dejando el resto en la cancha y colaborando con una y otra iniciativa, así ni te lo agradezcan, acabando endeudado, desmoralizado y/o harto, pero, qué se yo de ello ante los señores organizadores de Rock en el Parque, ante quienes me sacó la gorra (sombrero, no uso).

En setiembre pasado, la cancelación de la edición 2023 del Fest, ¡el mismo día!, con una inversión millonaria ya realizada para una edición que iba a ser la más variada que desarrollarían y que lo iba a colocar en un ámbito más popular, con la posibilidad de obtener mayor audiencia e ingresos, y la dura enfermedad de uno de sus fundadores me llevó a pensar que había llegado el final de su historia. No fue así, generaron REEP Session y hacia finales de año realizaron tres concurridas ediciones; hoy realizan la cuarta y en junio, una quinta. Lección dejada por la pandemia: Ante la muerte, ¡vida! ¿Y que es un Festival? Sino un summum de vida, de pasión, un espacio que es el paraíso para quienes amamos la música.

Cada organización conciertera o festivalera toma la decisión de incluir a qué artistas, nos guste o no, pero ello no debe llevarnos a no reconocer su aporte en un país a medias, en eterna construcción (cuando no reconstrucción a ritmo de tortuga), en un país donde hay mucho por hacer (como decía César Vallejo) pero que más se bla, bla, bla (o se roba) que se hace, y más se raja… Eso. En estos días, y esto ha motivado este artículo, he leído algunas, muy pocas (afortunadamente), opiniones, lamentables, en redes sobre Rock en el Parque, la resumo en una frase: “Ese festival a lo que se ha reducido”, aludiendo a la sesión de hoy. Opinión sin conocer que a lo que se ha llegado no es por la organización del Fest sino por el actual estado de cosas en nuestro país. Quizá esa persona ni siquiera ha hecho una rifa, no sabe que es hacer autogestión en un duro país; soy parte de una generación que la viene haciendo desde los ochenta, mal, bien, aprendiendo en el camino, insuficientemente, pero al menos poniendo un granito de arena. En mi caso, desde la organización del “Cornetazo” (hecho en mi barrio), que hicimos con María Teta, hasta fiestas en alguna discoteca (donde la hice de VJ), pasando por mi participación como jefe de prensa en festivales de los 90 como “Niño Malo”, que, al recuento histórico, prendieron el fuego festivalero en la ciudad, fuego que otros han mantenido encendido en las últimas décadas, pero, vuelvo a decirte, que este artículo no es por mí, sino es por los muchachones de REEP. Y la corto, porque debo alistarme para colaborar con ellos, de la manera que sea, a sus órdenes, como un simple obrero del rocanrol. ¡A mucha honra!

Fotografías: Tomadas del Facebook del Festival Rock en el Parque

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