Stryper en Lima: 40 años de metal, fe y fuego sobre el escenario

En medio de los excesos del glam metal ochentero, una banda californiana irrumpió con una propuesta que parecía ir a contracorriente, aunque lo hacía con el mismo volumen, las mismas guitarras eléctricas cargadas de furia y un nivel técnico que dejaba en ridículo a muchos contemporáneos. Stryper nació en Orange County en 1983, liderado por los hermanos Sweet, con la idea de llevar el mensaje cristiano a los escenarios más duros del hard rock. Lo que hicieron fue mucho más que eso. Grabaron discos memorables, lograron rotación en MTV, vendieron millones de copias y llegaron a compartir cartel con gigantes. Todo sin disimular nunca de qué hablaban sus letras.

Durante los primeros años, Stryper jugó en la misma liga que bandas como Ratt, Twisted Sister o Quiet Riot. Guitarras afiladas, coros descomunales y baterías sin descanso eran parte del combo. Pero había algo que los diferenciaba: una honestidad frontal que incomodaba tanto a los fanáticos del metal tradicional como a los sectores más rígidos del cristianismo. No necesitaban bendiciones externas. Les bastaba un público fiel que los acompañó durante décadas. Y lo siguen haciendo. Hoy, cuatro décadas después, su sonido se ha vuelto más duro, más contundente, con discos recientes que los muestran en plena forma, tan intensos como al comienzo.

Este domingo 20 de julio, Stryper aterriza en Lima para celebrar sus 40 años con un show especial y extendido en el Teatro Leguía. Tocarán en un formato íntimo, repasando las canciones que marcaron su carrera y los discos que ayudaron a abrir caminos en una escena que, hasta entonces, parecía cerrada a lo espiritual. No vienen a apelar a la nostalgia. Siguen componiendo, grabando, girando y tocando como si todo estuviera comenzando otra vez. En sus setlists no hay guiños complacientes ni repetición automática. Solo cuatro músicos que aún creen en lo que hacen.

Cualquiera que crea que el metal tiene que ver únicamente con oscuridad y rabia no ha escuchado a Stryper en vivo. Lo que entregan es una descarga de precisión, fuego y convicción que muy pocas bandas conservan después de tanto tiempo. Esta será una de esas noches que pueden cambiar la forma en que entiendes la historia del metal. No necesitas haber crecido con ellos para conectar. Basta con ir, escuchar y dejar que el impacto hable por sí solo.

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