40 años de ruido y furia: Narcosis revive ‘Primera Dosis’ en un concierto irrepetible

En medio del colapso económico y moral del Perú de los ochenta, un demo grabado en una sala cualquiera comenzó a circular como si portara una consigna urgente que no necesitaba presentación. Se llamaba Primera Dosis y lo firmaba Narcosis, un trío tan consciente de sus límites técnicos como dispuesto a convertirlos en su forma de existencia. El sonido era precario, sí, pero lo que salía por los parlantes tenía el filo de una sierra oxidada: seco, rápido, irreversible. Todo en ese cassette parecía responder a una sola pregunta: ¿qué pasa cuando ya no queda futuro?

Las canciones evitan tensiones calculadas. En menos de quince minutos, los temas operan como fragmentos interceptados desde una conversación entre adolescentes hastiados de que todo funcione mal. Se sueltan sin espacio para paréntesis. Las letras están plagadas de desconfianza, burlas, furia encapsulada en frases de dos líneas. La batería suena como si golpeara un cajón de madera, la guitarra como si se doblara sobre sí misma. Es una estética forzada por el contexto, pero también deliberada, una negativa directa a cualquier forma de domesticación cultural.

Ese gesto —reproducido en miles de copias piratas— convirtió a Primera Dosis en un archivo subversivo que circuló de forma orgánica, cruzando calles, generaciones y países. En Colombia, la maqueta se convirtió en objeto de culto, y su influencia llegó a enclaves donde el punk seguía siendo considerado una amenaza. Lo extraordinario no fue la grabación en sí, sino su resistencia al olvido. Cada reedición parece confirmar lo mismo, lo que se gestó en esa cinta no pertenecía al circuito musical, sino a una necesidad colectiva por articular una época podrida desde el margen.

Este sábado 30 de agosto, Narcosis volverá a Lima con un show singular: un solo escenario, un teatro lleno, ningún distractor. Es la primera vez que el trío tocará Primera Dosis en condiciones profesionales y fuera del circuito festivalero, con el sonido cuidado que nunca tuvieron, pero sin alterar su lenguaje. El regreso se presenta como cita con una memoria incómoda. Lo que se escuchará esa noche ya no forma parte del presente, pero tampoco ha dejado de estar.

Revisitar Primera Dosis en 2025 no significa desempolvar una pieza antigua, sino volver a sentir el escozor de una época que nunca sanó del todo. Lo más inquietante no es su brutalidad, sino su vigencia. A cuarenta años de su grabación, el disco sigue circulando por canales informales, copiándose, traduciéndose, replicándose sin perder el filo. No porque se haya convertido en un clásico, sino porque el país que lo parió aún no ha terminado de caer.

Precios:

• Pre-venta general: S/ 89 soles (incluye póster gigante) – disponible para el 27/08 o agotar stock
• Entrada general: S/ 99 soles

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