Arba Spak y Dennis Sin Smartphones no necesitan presentación entre quienes siguen de cerca la música peruana más inquieta. Desde hace años, ambos han construido un camino sostenido y generoso: produciendo, componiendo, colaborando, alimentando la escena desde dentro sin buscar protagonismo. Sus proyectos individuales se han cruzado con las voces y sensibilidades más particulares del circuito local. Ahora, con Melancólica Tonera, suman una nueva pieza a ese entramado, esta vez acompañados por Maylo, quien aporta una interpretación contenida y precisa que guía el tema con absoluta naturalidad.
La tonera —figura de la noche noventera, diosa menor del exceso limeño— vuelve, pero no idéntica. Ahora es memoria, símbolo, espejo. La canción la dibuja sin edulcorantes: libre, intensa, medio rota. Su perfume quedó en la ropa de quienes la conocieron y su risa aún rebota en baños oscuros. La frase que lo amarra todo cae sin aspaviento: “Lo que no mata nos hace un regalo”. Es el tipo de sentencia que uno se dice frente al espejo a las cinco de la mañana. Y funciona, porque no pretende curar. Solo muestra la herida.
El videoclip, dirigido por Elías Mujica junto a la casa realizadora Señor Z, toma ese gesto y lo lleva al cuerpo. Mujeres reunidas, decididas, ensayando una redención pactada, una danza que roza lo ritual sin perder la intención firme. Todo está bañado en rojo: labios, luces, telas, miradas. La cámara se mueve con respeto, sin ansias de espectáculo, y captura un tipo de venganza que no necesita castigo, sino belleza. Es una fantasía medida, construida desde el detalle y la complicidad. La revancha ocurre en los ojos, en la pausa de una coreografía, en el silencio antes del golpe emocional.
Yo se que esto también te gustará
-
LOUAN LE PRENDE FUEGO A SU NUEVA ETAPA CON “INFIERNO”
-
MATISSE lanza ‘APLAUSO’, el nuevo himno para corazones rotos»
-
TINI y Beéle revolucionan el merengue pop con “Universidad”
-
[Estreno] Ha$lopablito habla de sus anhelos más personales en ‘Tengo un sueño’
-
Florencia presenta “Senbonzakura”: una oda pixelada a la nostalgia y la resiliencia