El cantautor peruano Álvaro Florez explora contrastes personales en «Como todos los demás»

Álvaro Florez ha crecido rodeado de música. Esa raíz familiar no se exhibe como credencial, sino que actúa como un sustrato silencioso que lo impulsa a crear. Desde los años de colegio, cuando comenzó a tocar en grupos de rock, encontró un espacio para transformar esa tradición en un lenguaje propio. Lo que entonces era entusiasmo adolescente se convirtió en una búsqueda constante, afinada por la curiosidad de aprender distintos instrumentos y por la necesidad de dar forma a sus propias composiciones.

En 2024 inició oficialmente su camino en solitario con dos EPs que marcan etapas distintas de exploración. Alone reflejaba una inclinación hacia el pop rock con energía juvenil, mientras que Rather is my head abre una puerta más íntima, donde la guitarra acústica y la voz revelan un terreno distinto. Dentro de este último aparece Como todos los demás, un tema nacido de una experiencia límite que se convirtió en metáfora de la dualidad que habita en las personas. En esa canción, Álvaro pone en práctica lo aprendido en años de formación libre, trasladando la intensidad personal a una obra compartida.

La producción de este sencillo combina tensión y delicadeza. Las guitarras marcan un terreno firme y la voz se sostiene entre la cercanía confesional y la proyección expansiva. Todo ese trabajo fue delineado por el propio Álvaro junto a Giovanni Rossi y alcanzó un acabado final en manos de Aldo Gilardi en Hitmakers Mastering. El resultado conserva la frescura de una idea personal al mismo tiempo que alcanza una claridad técnica que lo sitúa con seguridad dentro de la nueva generación de propuestas independientes.

El artista no se define por estilos rígidos ni por referencias obligadas. Prefiere dejar que la música nazca de lo que siente en el momento, sin atarse a expectativas externas. Esa decisión conecta con la herencia que lo acompaña desde siempre, no como un peso, sino como un impulso hacia la autenticidad. Como todos los demás simboliza esa manera de entender la creación, un puente entre la tradición silenciosa que lo rodea y la necesidad actual de levantar una voz propia dentro de la música peruana.

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